Diálogo social para unos mercados laborales estables y adaptables en España

A diferencia de la legislación anterior, el acuerdo tripartito marcó un claro cambio de preferencia a favor del uso de contratos indefinidos para promover relaciones laborales estables. Este cambio de postura fundamental en la legislación laboral es el resultado de varias medidas:

1. La nueva ley presume que los contratos de trabajo se celebran por tiempo indefinido y pide a los empresarios que afirman que un determinado contrato debe ser temporal que aporten más y mejores pruebas.
2. Se ha limitado la práctica de encadenar contratos temporales para cubrir trabajos regulares y recurrentes. Ahora, cualquier trabajador que pase 18 de los 24 meses en una cadena de contratos de trabajo temporal tendrá derecho a un contrato indefinido. Este umbral era más alto con la normativa anterior, que daba derecho a los trabajadores a un contrato indefinido tras 24 meses de trabajo en un periodo de 30 meses.
3. La nueva ley también reduce el número de contratos temporales para una empresa. Además de los contratos de formación, aprendizaje y prácticas, sólo se permitirán otros dos tipos de contratos temporales: para sustituir a un trabajador temporalmente ausente o para adaptarse a circunstancias puntuales de la producción.
4. El contrato por obra o servicio determinado , criticado anteriormente por el Tribunal Supremo de España, ha sido derogado a partir del 30 de marzo de 2022. Este contrato temporal era utilizado por los empresarios para vincular los contratos de trabajo de su personal a los contratos comerciales que tienen con sus clientes. Los contratos de trabajo se extinguían cuando dejaba de existir la demanda de los clientes.
5. Por último, se desincentivan los contratos de trabajo temporales de corta duración mediante el uso de sanciones económicas.

Además de fomentar el uso de contratos indefinidos, el nuevo acuerdo tripartito también pretende ofrecer a las empresas otras opciones para adaptar su mano de obra a las circunstancias cambiantes.

Una de estas medidas es promover el actual "contrato fijo-discontinuo", que puede utilizarse para todo tipo de trabajos que sean estructurales pero que sólo se realicen durante determinadas partes del año. La nueva medida pretende atraer hacia el contrato fijo-discontinuo muchos empleos que antes se realizaban mediante el contrato por obra o servicio determinado, incluidos los ofrecidos por las agencias de trabajo. De este modo, las empresas podrán adaptar más fácilmente sus usos laborales a las fluctuaciones de la demanda.

• El acuerdo garantiza que la flexibilidad proporcionada a las empresas se equilibra con medidas que proporcionan estabilidad a los trabajadores. Es importante que esto incluya el acceso de los trabajadores a las prestaciones por desempleo durante los periodos de inactividad.
• También se ha acordado un marco de diálogo social para gestionar este contrato. La empresa que utilice este tipo de contrato tendrá que informar a los representantes legales de los trabajadores a principios de cada año sobre sus planes de utilizar esta forma de trabajo. También tendrá que informar de los periodos en los que los trabajadores estuvieron efectivamente contratados con contratos fijos-discontinuos.

Para mejorar la capacidad de adaptación de las empresas, el acuerdo tripartito también pone en marcha nuevas vías para que las empresas eviten costosos despidos en tiempos de crisis. Por ejemplo, se ha acordado un nuevo acuerdo de trabajo a jornada reducida, el Mecanismo de Flexibilidad y Estabilización del Empleo. Tiene dos modalidades:

1. Si la empresa se enfrenta a dificultades cíclicas, puede introducirse la jornada reducida durante un máximo de un año. 
2. Cuando el descenso de la demanda empresarial es permanente y afecta a todo un sector o sectores, hay que elaborar un plan de formación para los trabajadores que necesitan una transición profesional y un reciclaje intensivo.

Las pruebas demuestran que la reforma ya ha dado resultados:

• En abril de 2022, hasta 700 000 de los 1 450 000 (48,7%) nuevos contratos de trabajo firmados ese mes eran contratos indefinidos. Esto supone una ruptura de tendencia con el pasado: durante más de tres décadas, la proporción de contratos indefinidos ha rondado el 10%.
• En comparación con la media entre 2015 y 2021, la proporción de contratos indefinidos en el empleo total ha aumentado en 7 puntos porcentuales, alcanzando el 77% en abril de 2022.
• La proporción de contratos temporales de muy corta duración (contratos diarios y de dos a siete días) se desplomó desde una media del 75,8% a lo largo de 2017-19 hasta el 28% en abril de 2022. 
• Mientras que en años anteriores sólo el 8% de los contratos firmados desde principios de año seguían siendo válidos en marzo, esa cifra ha aumentado hasta el 46,7%.
• Utilizando técnicas de regresión econométrica, los resultados muestran que la reforma fomentó la creación de 286.000 contratos indefinidos adicionales en el primer trimestre de 2022 sin frenar los resultados globales del empleo.